He pensado titular así este relato, puesto que en mi provincia la Asistencia Personal como tal no existe, aunque algunas lo llamen así.
Actualmente cuento con menos de 20 horas semanales contando con lo privado y público de asistencia personal. En las que no contrato yo no puedo decidir nada, y cuando digo nada es nada, pero eso me daría como dice un amigo para más de 700 palabras.
A pesar de esta situación, para mí el disponer de una persona de asistencia ha sido y está siendo una herramienta de empoderamiento personal y profesional. ¡HABÍA OTRO MUNDO! Me acuerdo de que los primeros meses quería comerme el mundo a toneladas como si fuese a acabarse y no fuera a volver a disfrutar de este mundo que había descubierto. Empecé a tomar un poco el control de mi vida en cuanto a autonomía y fortaleza de mujer, a enamorarme, en definitiva… ¡a vivir! Esa situación fue interrumpida para devolverme a la actualidad donde la asistencia personal es coartada y me intentan callar pero no pasará… Aunque me ponen piedras me acerco a la pista para tomar vuelo, destino vida independiente.
Os quiero hablar de una de las paradas para llegar a mí destino, esa parada es el mercado laboral, si ya lo tengo difícil imaginad con una asistencia personal donde no sabes si hoy aparece o no, pues otra barrera más. Cansada de noes, un día se me abrió una ventana y decidí aventurarme, os voy a hablar de esto. Me encuentro inmersa en un proceso de emprendimiento inclusivo y os preguntáis ¿y la asistencia personal ahí se contempla? ¡No! La sociedad ni los caminos del emprendimiento están preparados para que una persona con diversidad funcional quiera ser emprendedora. De las ayudas económicas que se dan no se puede gastar ni un euro en asistencia personal. ¿Por qué? ¿Acaso nosotras no tenemos idea de que puede ser negocio? Creo que la respuesta es que la sociedad sólo nos ve como sujetos para recibir, no para dar. Desde aquí, quiero reivindicar la figura del asistente personal en todos los ámbitos. Creo que en el emprendimiento al igual que en todas las esferas de la vida debe estar la asistencia personal, desde niña hasta que mueras, en los momentos en que decides y cómo decides. Sin intermediarios.
Bajo mi prisma las empresas deben aprender a tener y convivir con personas que para trabajar tienen a su asistente personal a su lado, lo mismo que las ayudas económicas del emprendimiento deben contemplar los gastos derivados de su contratación. Yo puedo empezar a emprender porque tengo un equipo maravilloso que aprende muy rápido, y en muchas ocasiones les toca hacer de asistente personal cuando el mío no viene.
En un futuro no muy lejano espero tener una Asistencia Personal que me permita despegar hacia una Vida Independiente donde yo sea la única dueña de mi vida personal y profesional
Fdo.La dartakana