Autora: Gloria Lucena
El cine cuenta historias plurales, denuncia injusticias, nos traslada a otras culturas y territorios, nos hace experimentar situaciones y hechos que nos pasarían inadvertidos, pero que son fundamentales para conocer lo que ocurre en nuestro tiempo. El cine como manifestación artística postula por la libertad e igualdad, así, lo vemos cada año en la ceremonia de entrega de los premios Goya del cine español. Pero el cine se proyecta en salas, que con frecuencia impiden el acceso a las personas con movilidad reducida.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006, refiere en su artículo 9 el derecho a la Accesibilidad, y en el artículo 30 recoge de forma expresa el derecho a la participación en la vida cultural, las actividades recreativas, el esparcimiento y el deporte. Por su parte El Decreto 293/2009, de 7 de julio, regula las normas para la accesibilidad en las infraestructuras, el urbanismo, la edificación y el transporte en Andalucía, con ello, se sientan las bases normativas y técnicas para la accesibilidad en todos los edificios. Junto a ellos, otras normas inciden en el derecho a la accesibilidad de todas las personas con diversidad funcional, pero ello, no ha posibilitado la igualdad en el acceso a los distintos equipamientos de los ámbitos educativos, laborales, sanitarios, culturales, recreativos, etc. Se sigue incumpliendo la normativa existente, sin reconocer la igualdad de derechos de las personas con diversidad funcional.
Ello trasladado al cine, en Sevilla, como en otras ciudades, hay salas de cine inaccesibles en su totalidad, como son los cines Avenida y Alameda, otras de acceso casi imposible, por ejemplo el Cervantes y, otras que siendo accesible la entrada a la sala, el lugar reservado para las personas que van en sillas de ruedas es imposible ver una película, por delante de la primera fila, es el caso de tres salas de los cines Nervión Plaza
El Festival de cine europeo de Sevilla, durante una semana, nos ofrece una alternativa al imperialismo que el cine americano ejerce sobre el cine que se proyecta en la actualidad. Pero al igual que el resto del año, las personas con diversidad funcional nos vemos fuertemente limitadas a la hora de elegir una película, porque de las catorce salas de proyección del festival, sietes son inaccesibles.
Es urgente y necesario que la organización del Festival de cine europeo de Sevilla, también sea europea en el cumplimiento de los derechos de las personas con diversidad funcional, como es urgente que se cumpla la normativa sobre accesibilidad en las salas de cine de esta ciudad.