Joaquín, nuestro amigo y compañero, nos ha dejado. Luchador de primera línea y activista de los derechos humanos, socio y vocal de Viandalucía y miembro del Foro de Vida Independiente. Joaquín fue el único activista de nuestra breve historia que hizo una huelga de hambre para exigir que el derecho a una vivienda accesible y digna se hiciera efectivo.
Un hombre sencillo, de carácter, risueño, generoso y un gran amigo. Superviviente en la adversidad de lo cotidiano y la discriminación y sin perder las ganas de seguir en la batalla. Inconformista con todas las injusticias sobre los derechos de cualquier persona.
Onubense con gran implicación y participación en la vida social y cultural de su tierra, donde gestó grandes y numerosas amistades. Pero estas no fueron las únicas ya que los lazos de su personalidad viajaron por toda España y, más allá, traspasaron el océano teniendo amigos en países lejanos.
Joaquín batalló de forma incansable durante muchos años en distintos frentes, destacando su defensa de los derechos de las personas con diversidad funcional, y, en concreto, no solo la accesibilidad a la vivienda sino también la de su ciudad, así como el apoyo a otras personas que eran víctimas de discriminación por razón de diversidad funcional.
Otra de sus principales batallas como andaluz fue implicarse en la Asociación Andaluza Viandalucía desde su inicio, participando como miembro de la Junta Directiva y luchando por el derecho a la Asistencia Personal en nuestra comunidad así como los derechos a una educación inclusiva, participación en la Ley de Movilidad Sostenible de Andalucía y en cuantas acciones ha realizado la asociación.
Acabó sus días sin poder hacer efectivo su derecho a una vivienda accesible y digna y sin otro derecho importante que es la asistencia personal, no obstante trasmitía por su enorme personalidad alegría y ganas de batallar.
Te queremos Joaquín y gracias por compartir tanto con nosotros, en Viandalucía nos hemos quedado huérfanos pero estamos llenos de ti, de tu amistad, de tu generosidad, de tu alegría, de tu lucha infatigable, de tus risas, de tus palabras, de tu pundonor y de tu ejemplo.