Ante el debate generado sobre la conservación o no del adoquín de Gerena, las Asociaciones Eliminando Barreras y Vida Independiente Andalucía mostramos nuestra preocupación a que se priorice la estética en detrimento de la Accesibilidad.
¿Adoquín de Gerena o adoquín de Quintana? ¿Reutilizar los primeros, relabrándolos y aplanándolos, o utilizar los segundos, más planos y uniformes?
Una pléyade de arquitectos y artistas sevillanos han rubricado un manifiesto en favor de la conservación de los pavimentos tradicionales de la ciudad. Manifiesto al que se ha adherido recientemente el Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla (COAS), y en el que se pide al Ayuntamiento que sea sensible y conserve la piel histórica de la ciudad.
No es de extrañar que, en una ciudad como Sevilla, ante algo nuevo se defienda lo clásico, sobre todo si lo nuevo no aporta los valores estéticos del elemento sustituido. Pero en ningún caso puede perderse la perspectiva humana, hecha de carritos de bebé, andadores, carros de la compra, bastones de personas ciegas, sillas de ruedas, bicicletas, etcétera.
En el debate generado en torno a esta cuestión se conjugan criterios económicos, ambientales, funcionales y estéticos. Compartiendo estos criterios, como entidades de la sociedad civil, nos compete que se priorice facilitar la movilidad de toda la población, por ello, desde Eliminando Barreras y VIAndalucía resaltamos la necesidad de que la ACCESIBILIDAD sea un criterio prioritario en la resolución de dicho debate.
El actual pavimento (abultado, con enormes y peligrosas llagas) que se extiende por amplias zonas de la ciudad, no sólo por el casco antiguo, dificulta o imposibilita a muchos transeúntes deambular por las bellas calles de Sevilla. Es el caso de las personas usuarias de silla de ruedas, que debido a la estrechez de muchas aceras, se ven obligadas a ir por el pavimento adoquinado y sufrir los “saltos” que da la silla de ruedas al pisarlo. Invitamos a las personas firmantes del mencionado manifiesto a que se den un paseo, por ejemplo, por el barrio de Santa Cruz en silla de ruedas.
Algunos medios afirman que el nuevo adoquín le resta color a la ciudad. ¿Acaso el color de la ciudad no lo aportan sus gentes? ¿No forman igualmente parte de esa seña cromática aquellas personas excluidas de tantas calles por unos adoquines que fueron colocados en su momento para el pasar de caballos y carruajes?
No en vano, el artículo 15 del Decreto 293/2009, de 7 de julio, por el que se aprueba el reglamento que regula las normas para la accesibilidad en las infraestructuras, el urbanismo, la edificación y el transporte en Andalucía, establece que los itinerarios peatonales accesibles públicos y privados, de uso comunitario, de utilización y concurrencia pública se diseñarán de forma que sus trazados, dimensiones, dotaciones y calidades de terminación permitan el uso y circulación, de forma autónoma y en condiciones de seguridad, a las personas con discapacidad; algo que no ocurre en numerosos vados, pasos de cebra y calles cerradas a la circulación rodada.
Así mismo, el artículo 10 de la Orden VIV/561/2010, de 1 de febrero, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados, establece que el diseño, colocación y mantenimiento de los elementos de urbanización que deban ubicarse en áreas de uso peatonal garantizarán la seguridad, la accesibilidad, la autonomía y la no discriminación de todas las personas. No presentarán cejas, ondulaciones, huecos, salientes, ni ángulos vivos que puedan provocar el tropiezo de las personas, ni superficies que puedan producir deslumbramientos.
En VIAndalucía y Eliminando Barreras siempre aplaudiremos toda iniciativa encaminada a preservar la piel histórica de la ciudad, pero nunca aceptaremos que la estética se ponga por encima de los derechos de la ciudadanía. Apelamos a una Sevilla bonita, con su huella del tiempo bien conservada, pero sobre todo, apelamos a una ciudad que sea de todas y para todas las personas. Ambos conceptos no tienen por qué ser incompatibles.
La Moción aprobada en el Pleno del Ayuntamiento el pasado jueves, respaldada por todos los partidos políticos, puede ser una nueva afrenta hacia las personas con diversidad funcional, si en la futura ordenanza de protección del paisaje urbanono se tiene en cuenta de forma inequívoca,y por encima de cualquier otro,el parámetro de la accesibilidad.De no ser así,la aprobación de esta moción sería como tirarnos adoquines a la cara, estimados ediles.
Adoquines de Gerena sí, pero si son planos y perfectamente enrasados, al menos con la misma regularidad que el adoquín de Quintana, garantizando así que no se merme la accesibilidad frente a la estética. Basta ya de pavimentos propios de tiempos pasados, en los que el respeto a la libre circulación de toda la ciudadanía no tenía que formar parte de las prioridades políticas. Hoy tenemos leyes que obligan a nuestros gobernantes a tener muy en cuenta esta cuestión.