Recientemente leíamos con estupor en la página de CODISA-PREDIF, que por quinto año consecutivo prestaban servicios de asistencia personal, este año a 52 personas, … durante 4 meses. Llama la atención que ese servicio orientado a alcanzar la vida independiente de las personas, se preste durante solo 4 meses al año. Nos preguntamos lo que ocurre el resto del tiempo hasta la convocatoria siguiente. Antes de reflexionar sobre diversos aspectos del programa ofrecido por esa entidad, cabe leer con atención su escrito y compararlo con la realidad, que no es exactamente como se afirma en sus líneas.
Por supuesto, no se trata con este escrito de colgarse medallas de oro, pero no podemos dejar que nos menosprecien una vez más faltando a la verdad, ya sea de modo consciente o inconsciente. No nos parece razonable ni admisible que vengan organizaciones respaldadas por la autoridad a burlarse de quienes intentamos no inclinarnos ante el poder del poderoso.
No vamos a negar, por tanto, que la entidad ASPAYM gestiona desde hace muchos años un servicio de asistencia personal en Madrid. Tampoco vamos a ignorar que sucede que en Navarra, COCEMFE recientemente ha iniciado un programa de asistencia personal, aunque de esta entidad se puede esperar cualquier cosa, tanto buena como mala. Al contrario, nos congratulamos de ello y ojalá hubiera más iniciativas de este estilo, pues todo dinero que no se destine a la construcción de nuevos centros institucionalizados será bienvenido. Lo mismo vale para la propuesta de CODISA-PREDIF, aunque no nos parezca suficiente ni sostenible. En ningún caso, incluyendo el nuestro, se cumple el requisito esencial del pago directo a la persona usuaria del servicio de asistencia personal a recibir. Llevamos mucho tiempo reclamando que un sistema decente de asistencia personal no puede apoyarse, ni mucho menos basarse, en subvenciones más o menos graciables y poco previsibles en el tiempo. Más bien, los presupuestos individuales para este fin, se deben garantizar mediante regulación, con una cantidad establecida de antemano para evitar suspicacias y favorecer la planificación del año por parte de la persona.
De cualquier modo, celebramos que ya en 2005 o 2006, tras algunas gestiones del Foro de Vida Independiente (ahora llamado Foro de Vida Independiente y Divertad), de las que posteriormente se apropió COCEMFE (de eso ya no nos congratulamos tanto), por un breve espacio de tiempo Andalucía contó con un servicio de asistencia personal que, como vemos, no ha tenido continuidad por una serie de motivos que sería mejor preguntarle a COCEMFE (si no se hubiera disuelto temporalmente por motivos laborales y de otra índole que ahora no vienen al caso).
Al contrario que en otras comunidades autónomas, en Andalucía COCEMFE estuvo dormitando un tiempo hasta su reaparición por duplicado: por un lado con el nombre de Andalucía inclusiva COCEMFE, y por el otro CODISA-PREDIF (hay más ramificaciones, pero el mare magnum es demasiado complicado como para que ni nosotros lo captemos del todo).
Pero ya que estamos haciendo un repaso a la historia, hay que mencionar que el artículo de CODISA-PREDIF Andalucía menciona que es pionera en el servicio de asistencia personal en Andalucía porque en 2016 puso en marcha su programa. Tenemos constancia personal de que Vida Independiente Andalucía presta asistencia personal desde 2015, tras la aprobación en el Parlamento Andaluz de una Proposición No de Ley de 2013 al respecto. De hecho, ya en 2014 se celebró en la sede del Parlamento en Sevilla, el 27 de mayo, una jornada explicativa al efecto del programa que estaba a punto de ponerse en marcha, en la que la entidad actuó como organizadora. Dicho pequeño proyecto, inició su andadura en marzo de 2015. No sabemos dónde se encontraban CODISA-PREDIF y Andalucía Inclusiva COCEMFE.
En VI Andalucía lo llamamos asistencia personal, pero en realidad tampoco cumple el prerrequisito del pago directo al individuo, que sería lo más razonable. Tenemos, pues, un servicio de apoyo humano bastante semejante a la asistencia personal (lo más que las actuales normativas laborales y de otro tipo nos permiten). No se nos puede vender ahora, ni a la población en general, que CODISA-PREDIF Andalucía va a prestar este servicio por quinto año, que es la entidad pionera, referente en Andalucía de la asistencia personal, que se ha fajado con las autoridades para conseguir este servicio, o que debe estar presente en la mesa de regulación de esta figura como entidad pionera. Por ese aro no estamos por la labor de pasar.
La asistencia personal va encaminada a conseguir el derecho humano a la vida independiente, lo cual es incompatible con mantener institucionalizadas a personas con diversidad funcional de cualquier edad. Por lo tanto, consideramos que no es de recibo combinar servicios de asistencia personal con la construcción, renovación y mantenimiento de centros institucionalizados para personas con diversidad funcional. De nuevo, habría que dirigirse a Andalucía Inclusiva COCEMFE, la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, el CERMI Andalucía y sus entidades miembros para que explicaran su incoherente actitud a este respecto. Pensamos que no se puede estar en misa y repicando al mismo tiempo.
En otro orden de cosas, hay que reflexionar sobre el número de horas, las condiciones necesarias exigidas a los usuarios, la formación requerida a asistentes personales y otros requisitos para que ejerzan esta profesión, así como otros asuntos de calado.
Porque no conocemos el número de horas que propone esta entidad (CODISA PREDIF) para que las personas con diversidad funcional ejerzan su derecho a la vida independiente en igualdad de condiciones a las demás. En principio, el día tiene 24 horas y la semana 168. A partir de ahí podían sentarse las entidades escogidas a negociar. Si hay que basarse en la actual Ley de Promoción de la Autonomía y Atención a las personas en situación de Dependencia, es imposible que la asistencia personal cubra las horas suficientes para desempeñar nuestro derecho. Mucho tendría que cambiar la cosa con las actuales cantidades de dinero que se manejan desde las autoridades.
Por otra parte, no hemos tenido noticias de ninguna comparecencia en el Parlamento andaluz de estas entidades abogando por la asistencia personal (no afirmamos que no las haya habido), servicio que se presta solamente en diez comunidades autónomas de España. Por cierto, no en todas ellas se presta la misma cantidad de dinero al usuario. Cierto es que hay algunas en las que ninguna persona con diversidad funcional recibe un céntimo para este menester. Luego estamos nosotros, con un pago directo que da para dos o tres horas diarias de asistencia personal. En cambio, si nos trasladamos a Galicia, percibiremos hasta dos veces más que aquí en pago directo. Todo esto por no mencionar la Comunidad Valenciana, donde se puede recibir, en pago directo, hasta 3’4 veces más que en Andalucía.