Una niña de 5 años con espectro autista tiene que dejar el colegio concertado en el que estudia su hermano. El centro aseguraba que no tenía recursos, inexistentes también en el público al que trasladaron a la pequeña. Los padres de Paula ya no pueden más. No saben qué hacer para que su hija, a la que han diagnosticado un espectro autista, cuente con los recursos oportunos en su escolarización. La historia comenzó en el colegio concertado donde estudia su hijo mayor, en el distrito de Teatinos. Una vez matriculada, la dirección del centro les explicó que no podían atender las necesidades especiales de la pequeña y le recomendaron un cambio. Sin embargo, el colegio público al que la derivaron desde la propia Junta tampoco disponía de los recursos necesarios. Todo se complica aún más cuando el nuevo destino ha vuelto a pedir a la familia otro traslado, esta vez, a kilómetros de su domicilio.
La ley de lengua de signos acorde con la Convención
La intervención a última hora de Carmen Morales, a instancia como ella dice de su hijo, ha sido fundamental para que La ley de lengua de signos, tramitada de forma directa y en lectura única ante el Pleno del Parlamento de Andalucía el pasado 23 de Noviembre, se amplíe a toda persona que lo precise. De no haber … Leer más